Este proceso tiene como objetivo mapear los contrastes de densidad de los materiales en el subsuelo. La ley de gravitación de Newton rige la atracción mutua entre todas las masas, lo que permite detectar variaciones locales en el campo gravitacional de la Tierra debido a cambios laterales en la densidad de la Tierra.
Estas variaciones, conocidas como anomalías gravimétricas, resultan de las diferencias de densidad entre diversas rocas en la superficie y el subsuelo de la Tierra. La aplicación de la gravimetría en la prospección incluye la búsqueda de estructuras de almacenamiento de petróleo y gas, así como de yacimientos minerales económicamente relevantes, como por ejemplo cromita, sulfuros de hierro y cobre. Este método proporciona información valiosa sobre la distribución de la masa en el subsuelo, revelando la presencia de rocas con diferentes densidades.
